La actuación de los detectives privados en el fraude al sector asegurador tiene dos vertientes muy importantes
Por un lado la prevención especial. Se da sobre el propio interesado en el caso. Tras ser descubierto por nuestros investigadores, se produce un ahorro directo a la compañía en ese caso concreto, bien por renuncia a la totalidad o bien por la minoración de la solicitud inicial.
Ahorro directo que en varias ocasiones ha podido llegar a varios cientos de miles de euros.
Por otro lado, la prevención general se da en el entorno del infractor descubierto, que entiende que defraudar a esa compañía no es una opción y que no se obtienen los resultados esperados.
El hecho de abonar un siniestro fraudulento por no investigarlo, no solo supone la casi total seguridad que se repetirá en el futuro, sino que también lo intentarán su entorno más cercano. La intervención de los detectives privados como investigadores de siniestros como lucha contra el fraude, supone que la compañía se posicione ante los estafadores como una víctima no fácilmente vulnerable y que se defienda de muchos futuros intentos de engaños con ánimo de lucro.
No es cuantificable ni valorable de manera concreta, el ahorro que supone para una compañía de seguros la prevención general que se realiza por la utilización de estas herramientas contra el fraude, pero sin duda supera y se multiplica por mucho a la prevención especial, lo que nos lleva a muchos millones de euros al año que se salvan gracias al trabajo de los detectives privados.